miércoles, 12 de junio de 2013

                                                                                                              INMERSIÓN (11-mayo-2013)

 


"NOS SUMERGIMOS EN UN MUNDO MARAVILLOSO"

Cada día te levantas pensando en lo que tienes que hacer, la rutina se hace presente en la vida de todos. Pero hoy me levanto pensando que he quedado con mis amigos buzos y buzas para entrar ahí. En ese lugar, llamado “fondo del mar”. Que me llama por mi nombre porque ya me conoce y también yo a él. Cubierta de deseo, ansiosa de descubrimiento y con todos los sentidos puestos en ese momento que sólo es para mí. El agua me cubre, me tapa, me abraza…y yo, muevo mi cuerpo suavemente. Dejo que cada trozo de mi piel sienta como se libera, se relaja dejándome caer y sintiendo que ella me soporta con dulzura como si de una pompa de jabón se tratase. Me giro, doy una vuelta sobre mi misma y descubro un nuevo baile y me siento como si Poseidón me hubiese dejado su trono. Intento mover mis aletas como mi amigo más experimentado. Es elegante en sus movimientos y dejo mover mis piernas cortando el agua y manteniendo mi cuerpo en suspensión. Sentada sin silla ¡no es alucinante! En medio de toda esa agua y respirando el aire que mi botella me da. Cada sorbo de vida lo saboreo como si fuera el último y me digo “no olvides esta sensación  para volver a sentirla cuando ya no estés aquí”

 
Hoy estamos algo más de una hora bajo el agua…a 14,5 grados. Viento de poniente moderado. Durante el paseo nos situamos encima de una gran roca plana, cubierta de algas rojizas. Se movían al son de la marea. Los peces salían y entraban entre ellas y nosotros con su movimiento sentíamos mareos y una sensación de “no saber por dónde voy” que acababa dándonos la risa. Las sepias se movían cerca de la arena. Vimos un grupo numeroso de centollos, dos de ellos apareándose. Uno de los buzos le señaló con su linterna y el centollo se enfadó de tal forma que comenzó a atacarle con su pinza. Situados a poca profundidad descubríamos cavidades entre las rocas por las que podíamos disfrutar del azul provocado en gran parte por la luminosidad que radiaba el sol. Muchos peces se veían al contraluz nadando parsimoniosos.

 ¿Qué haces tan cerca de mi pequeño?, pienso cuando se acercan a mí. ¿Es que no tienes miedo? Intento acercarme con mi mano y huye cuando intento acariciarle. Se asusta si quiero tocarle. Un gran acuario, mágico, lleno de colorido. Ellos viven ahí, es su mundo. Tan diferente al nuestro. No hay maldad. Sólo supervivencia. Un sinfín de especies se mueven a nuestro alrededor con el único objetivo de vivir. A veces, en mi pensamiento les digo: qué suerte tenéis de no conocer la ambición…quizás ya llegó el momento de comportarnos como vosotros los animales. Y es que hoy sentí que me identificaba más con un pez que con cualquiera de los mandatarios de nuestro país. Quizás, ayudaría a estas personas el descubrir como en este mundo, en nuestra querida y amada Tierra aún hay lugares mágicos en los que el hombre no interfiere para provocar daños sino para conocer y aprender. Para valorar y sentir que hay seres vivos en nuestro mundo, que no son extraterrestes, cuyo único fin es “VIVIR”

 

 

5 de Mayo de 2013

 
El tiempo fuera no parece acompañar. Viento de 15 km/h  (levante). El agua está a unos 17 grados y fuera llegamos a tener más frío que en el agua. Hoy somos tres buzos los que nos reunimos para explorar  los fondos marinos. Nuestros objetivos son disfrutar al máximo y recoger la basura que encontremos en el fondo. Realmente y por suerte recogemos poca basura ya que los fondos están bastante limpios. Y disfrutar lo hacemos sin duda alguna.

 
Destacar una planta preciosa llamada “Clavelina Lepadiformis”. Cierto es que no es muy común en nuestras aguas pero la pudimos apreciar en distintas rocas. Es pequeña, transparente con forma cilíndrica y los pequeños tubos están bastante unidos.




También un pez ballesta nos agradó con su presencia. Un pez muy lindo, por su forma.

 
 La ballesta es un miembro de las Tetraodontiformes  un orden que incluye también el pez globo, lija, e incluso el pez luna, y sus "dientes" son perfectos para romper las cáscaras de crustáceos y moluscos. Residen principalmente en las zonas de arrecifes de coral. La ballesta tiene una forma distinta y un temperamento notoriamente malo, especialmente si está resguardando una nidada de huevos.

Muchos buceadores y nadadores han experimentado la ira de la ballesta, que no dudará en darte una mordida, si siente que hay una amenaza a su trono. Su territorio se extiende hacia arriba desde el fondo del mar en forma de cono, por lo que si una ballesta parece que podría ser un poco más enérgica, lo mejor es nadar horizontalmente lejos, en lugar de hacia la superficie.

La ballesta representa muy poca amenaza para los seres humanos. Algunas especies de ballestas tienen toxinas peligrosas en la piel y órganos, por lo que se debe tener cuidado si la captura es para el consumo.

El nombre de "ballesta" proviene de otra característica defensiva: dos espinas dorsales se levantan cuando se ven amenazados, el primero y el más alto de los cuales sólo puede ser liberado al presionar la segunda espina, como un gatillo de un arma de fuego.

Se pueden encontrar en casi todas las regiones poco profundas tropicales y subtropicales del mundo, pero su mayor concentración está en el Indo-Pacífico. Aquí en Tarifa pudimos verlo y disfrutar del señorío que muestra en sus movimientos.


 

"Como en otras ocasiones disfrutamos del mar, de su vida, de su encanto…cada vez que te sumerges encuentras una nueva razón para volver"

 

 

 

 

domingo, 19 de mayo de 2013

ABRIL 2013
 
 
 
 
 
 









Nueva temporada (2013)
 
 
 
 
 
































Abril  2013.

 
Comenzamos la nueva temporada de buceo y como siempre estamos deseando entrar al agua.  Compartimos ideas, deseos, sentimientos…cosa que nos une cada vez más.

La primera buceada la hemos realizado por la zona de poniente ya que el levante azotaba el Mediterráneo con unos 20 km/h. Cuando se da esta situación la zona de poniente está calmada y el océano parece un plato. Todos estamos sedientos de mar, hace ya varios meses que no tocamos el agua por las condiciones meteorológicas que se han dado. Es cierto que el submarinismo se puede practicar todo el año si cuentas con un equipo adecuado a temperaturas más frías. Pero se ve limitado cuando hay temporal. Comenzamos a preparar el equipo y nos vestimos. Cada persona siempre trabaja ayudando al otro. Hacemos el control pre-inmersión revisando todo antes de entrar al agua: Chaleco, plomos, tiras, aire y ok final.  Tras varios meses entramos al agua y volvemos a sentir todo aquello por lo cual volvemos de nuevo.

Al  entrar en el agua el cuerpo se relaja, deja de sentir peso y el calor que tenías desaparece y el agua que entra en el neopreno te refresca. Comenzamos a nadar con nuestro tubo de snorkel hasta la zona donde vamos a realizar el descenso. Llegados al punto realizamos los cinco puntos del descenso: hacemos la señal de que estamos preparados para descender; nos orientamos en superficie tomando puntos de referencia; cambiamos el tubo por el regulador; controlamos el tiempo y deshinchamos el chaleco lentamente. Conforme comenzamos a hundirnos vamos compensando los oídos. Al llegar abajo establecemos flotabilidad neutra y comenzamos a vivir una sensación difícil de describir con palabras.

Es cierto que durante las primeras inmersiones estás más asustado, aún no controlas muy bien tu equipo y este desconcierto no te hace disfrutar al máximo de tus inmersiones. Pero no te preocupes tu compañero estará ahí para ayudarte y sólo es cuestión de tiempo el controlarlo. Será a partir de ahí cuando tus inmersiones serán más tranquilas y te permitirán detenerte y ver lo que te rodea.

Comienzas a sentir la flotabilidad como algo divertido y agradable. Esa sensación de ingravidez convierte a tu cuerpo en un objeto que se mantiene en suspensión en el agua. Todo se debe al Principio de Arquímedes por el cual la situación en la que las fuerzas son equivalentes (la masa del buzo es igual a la masa del agua que desplaza)  la flotabilidad se considera neutra.

 Y claro si a esta sensación corporal le añades un mundo desconocido, silencioso y lleno de vida. Todo se multiplica.

La vida acuática es inmensa no sólo en fauna sino también en flora. Las plantas dominan el fondo marino con sus colores. Rosas, rojos, lilas, verdes, naranjas…todo un mundo de color delante de tus ojos.
                                                               coral estrellado.

Avanzamos hacia una zona rocosa. Si miras hacia arriba ves un acantilado bajo el agua. A veces nos situamos por debajo de ciertas rocas que nos cubren como si de un paraguas se tratase. Rocas cubiertas de coral estrellado, toda una pared naranja con algún que otro nudibranquio paseándose entre ellas. Cuando llegamos al sendero de los Borriquetes comenzaron a llegar algunas chovas de buen tamaño…comenzaron a llegar de todas las direcciones…y de pronto nos vimos envueltos en una cacería. Bancos de peces de distintos tamaños nadaban a nuestro alrededor a una velocidad de vértigo. Cientos de chovas cazaban sin contemplaciones a todo pez que se pusiera por delante. Todos nos quedamos atónitos al ver semejante espectáculo. Recuerdo el color plateado brillante de las chovas, es un pez precioso. Durante el tiempo que duró todos compartíamos con nuestros gestos el asombro por la situación que estábamos viviendo. Pasados unos minutos empezaron a desaparecer y de pronto casi solos porque allí estaban una morena enorme y dos mantas que aprovecharon el momento para alimentarse.

La morena era completamente negra y una linea amarilla le atravesaba todo el cuerpo. Su cara mostraba agresividad y su boca abierta me mantenía alejada de ella. Las mantas eran bastante grandes podrían medir unos 50 cm de ancho. Me recreé al mirarla como nadaba por debajo de mí, maravillosamente elegante en sus movimientos. Comenzamos a atravesar aquellas dos grandes rocas bajo el agua y sentimos que las corrientes eran más fuertes en aquella zona. Llegados a este momento lo mejor es agarrarse a alguna roca y aprovechar el impulso de la corriente para avanzar. Sin dificultad salimos de allí y reemprendimos la vuelta atrás. Seguimos disfrutando del momento como si el camino de vuelta no lo hubiésemos visto nunca. Es lo mágico del buceo. Mil veces visto, mil veces distinto. Si es verdad que hay peces muy territoriales pero la mayoría se mueven por doquier. Al salir, las caras de todos mostraban felicidad y comenzamos a relatar nuestro asombro por lo vivido durante la inmersión.